Museo de cera
Cuando lo vi me situé frente a él y el terror volvió como un puñal traicionero escupido por unos ojos vidriosos que me taladraban. Mi corazón se aceleró. Sentí cómo los recuerdos mordían mi estómago; un líquido tibio resbaló por mis piernas hasta que me derrumbé ahogada por el mismo sentimiento de desamparo que me atenazaba durante aquellos años tras las alambradas. Murmuré con rabia “¡Heil Hitler! “ y alcé la mano con una cerilla encendida.
Mar Lana
Con el título nos vas ubicando dónde ocurre la acción para ese final que se presume "derretido".
ResponderEliminarLos microrrelatos tienen que tener como ingrediente principal la sorpresa, a pesar de la máxima síntesis.
Me gustó mucho, María.
Un abrazo.
Gracias, Mirella, por estar siempre apoyando. Muchos besos.
ResponderEliminarLana, has sabido llevarme muy bien a la historia. Me la he leído dos veces más, una para darme cuenta de cómo has hecho para llegar hasta ese final y la siguiente para disfrutar :)
ResponderEliminarMe gustó mucho, Lana, una narración hábil y sorprendente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pilu, me alegra saber que has disfrutado con la lectura. Muchas gracias.
ResponderEliminarVichoff, gracias por la visita y por tu comentario. Besos.
ResponderEliminarEnhorabuena Maria Del Mar, un microrrelato, conciso, certero y sorprendente. Es un placer leerte. Un abrazo.
ResponderEliminarFrancisco, me anima mucho tu comentario. Muchas gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
El texto Secuencia de Familia me ha encantado sobremanera. Es muy sensible porque la relación entre la madre y su hijo se nos presenta llena de una delicadeza muy sutil.
ResponderEliminarEdna Lourdes, muy agradecida por tu comentario. Me pone muy contenta saber que te ha gustado. Un saludo.
ResponderEliminarA veces puedo no expresarme correctamente a causa que soy brasileña y aún no domino el idioma español. Entonces predoname por mis errores, señora. Gracias.
ResponderEliminarNo hay ningún problema, Edna Lourdes. Agradecida por tu visita.
ResponderEliminarBreve y terrible relato. Disfruto leyéndote. Comparto. Un abrazo.
ResponderEliminarVaya que sí. Menuda escupitajo de puñales, jajajaja...
ResponderEliminarUn abrazo, Mar.
Ricardo, gracias por tu visita y por tu comentario. Sí, es un poco dramático.
ResponderEliminarUn abrazo
Maria José, muy agradecida por tu visita, por comentar y compartir. Muchos besos.
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