S.O.S.
Las palabras convocaron a las letras a una reunión de
urgencia para notificarles las nuevas medidas de ajuste. Era necesario ahorrar
tiempo y espacio. Fueron presentando sus argumentos una tras otra. El
monosílabo QUE alegó que no podía mantener a la U y la E por más tiempo y las
despidió sin indemnización. Las demás palabras arrinconaron a los acentos y
marginaron las vocales. Al final de la reunión, irrumpieron los signos
matemáticos con voces destempladas y en su glotonería financiera, se merendaron
algunos vocablos haciendo valer su fuerza. Las letras, enfurecidas, se
declararon en huelga. Sólo los puntos y las rayas se mantuvieron al margen. Era
el comienzo de la Era del Morse.
Mar
Lana