domingo, 29 de noviembre de 2015

Sin esperanza





Sin esperanza



        Un indeterminado número de personas se alineaban en la calle junto a la pared de las casas, en espera de que abriera la Oficina de Empleo. Formaban una fila larga y apretada que podría asemejarse a un gusano de múltiples pies en su búsqueda de hojas de morera. Cuando la puerta se abrió, entraron y ocuparon el espacio como una marea sin retorno. Tampoco habría suerte esta vez. Frustrados y al igual que haría el gusano de seda, tomaron la única salida: encerrarse en sus capullos en un letargo anhelante para intentar alcanzar su verdadero sueño: ser mariposas.

                                                                 Lana Pr
adera




domingo, 1 de noviembre de 2015

Invoco tu nombre


Invoco tu nombre


      Te espero sentada en la alfombra frente al fuego del hogar. Cuando percibo tu presencia, un deseo soterrado e intenso invade los laberintos de mi mente. Siento cómo reptas despacio por mi piel y acomodas tu pecho sobre el mío abarcándome entera. Noto que, a propósito, demoras el ritmo de conquista y consigues que aguarde, ansiosa, el momento en que acaricies el contorno de mi cuerpo, sensible a todos los roces. Espero, impaciente, ese instante de clímax que lo hechiza todo, mientras la cordura se exilia entre gemidos. Lo único que me atormenta es que hoy no son tus dedos sino los míos, más certeros y fieles, los que hacen que me sienta plena en un silencio que el placer no quiebra.


                                                                                                        Lana Pradera