La nueva vecina
El día que coincidí con mi
vecina en el portal, ella venía con andares de equilibrista, subida a unos
zapatos acharolados de plataforma y tacón de aguja. A dos pasos de mí, bajó la
cremallera de su cazadora con una amplia sonrisa. Aquel escote me atragantó el
saludo y escenas eróticas inalcanzables pasaron por mi cabeza como en una
moviola.
El domingo llamé a su puerta para invitarla a salir. Cuando mi vecina abrió, señalando la cómoda dijo:
—Son cien euros. Déjalos ahí y pasa; no tengo todo el día.
Mar Lana
Estupenda la nueva versión
ResponderEliminarGracias compañera. Me alegro que te guste.
ResponderEliminarBesos.
Dicen que las apariencias engañan pero a veces, aunque sean muy explícitas, nos deslumbran de tal modo que nos cuesta darnos cuenta de la realidad. Eso le debió pasar a tu iluso protagonista.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Josep, por tu comentario. Tienes razón, la verdad es que se lleva un buen chasco, pobrecito.
ResponderEliminarUn saludo.
A pesar de ser algo natural cotidianamente, no deja de ser sorprendente para aquel que no espera este tipo de salida de la pareja a conquistar...
ResponderEliminarGracias, Jorge Antonio, por comentar. Y más sorprendente si la casa de vecinos no es un burdel.
ResponderEliminarUn saludo.
No sé que pasa que se pierden mis comentarios en algunas publicaciones, el asunto es que me gusto mucho tu micro y encantado de su lectura.
ResponderEliminarAbrazos María del Mar.
Te agradezco tu comentario, Gonzalo. Gracias por tu visita. Un abrazo.
ResponderEliminar¡¡menudo chasco se lleva el conquistador/a!!
ResponderEliminarHola, Feli. Estos chicos que se ciegan cuando ven unas buenas piernas. Besos.
ResponderEliminarMe encanta que escribes sobre cualquier tema y todos te van bien. Besitos compi.
ResponderEliminarGracias, María. Se me está haciendo largo no verte a ti y a los demás de nuevo. A ver si cuando acabe el verano quedamos otra vez. Besos.
ResponderEliminarMuy bueno el microrrelato. Rápido y sin vueltas... como la vecina.
ResponderEliminarEstupendo guapa. Muac
ResponderEliminarExcelente.
ResponderEliminarDesenfadado, divertido, directo y bonito, Maria de Mar, tus microrelatos son una preciosidad.
ResponderEliminarHuy, muy bueno ese final, jajaja, no me lo esperaba, y eso hace de este micro doblemente bueno.
ResponderEliminarTe escribo desde una de mis cuentas (no sé si me conociste con ésta o con la de Argonauta Dalianegra, pero con las dos soy yo misma, jeje). Besos y feliz verano, María del Mar.
Muchísimas gracias por los comentarios. Muy agradecida por vuestra visita, Federico, Marga, Johann, Idelfonso y Mayte.
ResponderEliminarUn abrazo.