El
cupón viajero
Nadie
me elegirá al estar sujeto en un extremo del cordel que engalana el kiosco.
Además exhibo una cifra sin linaje: no es un número primo ni capicúa, tampoco
recuerda ningún hecho histórico ni la terminación es atractiva. Jamás estaré en
la lista de los festejados. Así que agradezco el soplo de viento que me arranca
de mi lugar.
Ahora,
empujado por el aire, ansío despertar la ilusión y la esperanza de quién me
encuentre, hasta que aterrizo sobre el regazo de un mendigo sentado en el suelo.
Su sonrisa de niño grande me hace feliz. De pronto, enrolla mi cuerpo y hace un
paquetito para guardar hebras de tabaco. Me coloca sobre su oreja y silba.
Lana Pradera
(Publicado en la antología anual en papel de Escritores en Red, 2016)
(Publicado en la antología anual en papel de Escritores en Red, 2016)
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